Mi Flor Profusa…

7:15 a.m.. Ella seguía en agonía, este Lunes 2 de Agosto del 2010 era el tercer día sin probar ningún tipo de alimento, ni siquiera agua…la desesperación de verla inmóvil y con la mirada perdida me invadía sobremanera, era como agonizar junto con ella.

7:35 a.m. Recibo la llamada de mi hermana, ella pregunta por mamá, pero mamá esta a punto de partir, y aunque llevábamos meses temiendo el triste desenlace de un cáncer, el final se está dejando ver. El escenario es desolador, me siento tan diminuta, tan impotente, en esos últimos días las llamadas de la familia más cercana estuvieron a la orden del día, pero..(y mi pero es grande) el dolor y la soledad, la incertidumbre y el olor a muerte me invaden todos los días.

7.55 a.m. Hago una plegaria, desgarradora, suplicando, implorando piedad…de lo alto, de Dios. » Por piedad Señor, te lo suplico, llévala contigo, no puedo mas verla así, (la fase de deshidratación era muy avanzada) tómala en tus brazos y llévala a tu reino, haz algo, te lo suplico…no puedo mas…no puedo mas!!!!

8:05 a.m. Entro a su habitación de nuevo, y le veo el rostro desencajado, el ritmo cardiaco en agonía cambia de agitado a lento, muy lento, el corazón me da un vuelco tremendo, siento mi pulso acelerarse, algo me dice que llegó la hora, «Oh por Dios, tus ángeles vienen a escoltarla…» una ola de emociones me invade, tristeza, alegría, susto, temor, enojo y sus derivados. Me inclino a su lecho, la abrazo tan fuerte como queriendo guardar su esencia en mi, le dejo sentir mi calor y amor, le susurro al oído: es la hora madre mía, estas por partir, por fin vas a tu verdadero hogar, ya no mas dolor, ya no mas sed, no mas hambre, no mas enfermedad, eres libre, eres completa, eres plena, ahora eres una  flor profusa…»

Después de mostrar esta valentía, me rompí en llanto, fui por segundos la niña que despedía a su madre, -no te vayas mamá, todavía puedo cuidarte, todavía tengo fuerzas, mírame, mírame por favor, todavía puedo…»

Cabe mencionar que mi flor profusa es ella, al principio fué un poema que escribí en esos días de agonía al lado del lecho de mi madre. Ahora es un blog salpicado de emociones, lleno de amor, recuerdos, vivencias, anécdotas, poemas y todo lo que forma parte de este corazón.

P.D. Gracias a todos aquellos seguidores que se toman el tiempo de pasar y dejar su comentario, a los que me han honrado con otorgarme nominaciones, a los que me dejan sabios consejos, a todos ustedes que hacen que sonría con leerles.