22 comentarios

Qué buena y qué mala eres…

Siiiii, ¡qué buena y qué mala eres! -me dijo el pequeño que ya se estaba tardando en sorprenderme con sus ideas. 

¿Qué buena y qué mala soy? pero niño, ¿dime por qué mala? -detengo mi actividad en seco y le hago señas con mi brazo para que venga hacia mi.

Lo acerco a mi pecho e inclino el rostro hacia él tratando de entender por qué razón me dice así, lo de buena pues con gusto lo recibo 😉 pero eso de mala sí que me preocupa. Percibo su aroma a chocolate, galletas y leche, sus mejillas rosadas están tibias y la mirada es algo pícara... Algo quieres niño -le digo haciendo cosquillas en sus costillas. Efectivamente el pequeño sólo quería jugo para después  volver a lo suyo.

Su necesidad es natural, su vocabulario esta en progreso, su habilidad de expresar lo que necesita está en proceso, es un niño de 7 años, pero,  ¿qué de los adultos que todavía no saben decir lo que necesitan, lo que desean y lo que sienten, que aderezan con  emociones negativas situaciones que escapan de su control y desembocan en manipulación?

Algunos aplican la «ley del hielo» con silencios tortuosos, otros hablan tanto que ofenden, otros sólo son un puñado de emociones encontradas llenos de histeria y confusión, y así están en circulación por las calles de la  vida sin un momento para detenerse y preguntarse así mismos ¿por qué siento así? ¿Por qué hago responsables a los demás de mis sentimientos negativos? ¿Por qué no he tomado las riendas de mi vida y dejo de culpar a otros y/o a las circunstancias?

«La raíz de nuestra problemática -cualquiera que esta sea- habita dentro de mi y de ti, nada ni nadie nos resolverá el conflicto hasta que viajemos a nuestro interior, al mismo centro de nuestro ser y trabajemos desde ahí.»

Sin duda esta noche tendré una larga conversación con el pequeño, no soy mala por no adivinar su necesidad, no soy  buena por darle lo que necesita o por cumplirle un antojo, me parece que es el tiempo de ayudarlo a expresar sus necesidades con las palabras correctas.

Quiero verlo feliz, pero sobre todo quiero verlo haciendo felices a los demás. 

@Mujer en acción. Promoviendo el desarrollo personal y manejo de conflictos desde la niñez.

 

 

22 comentarios el “Qué buena y qué mala eres…

  1. Gracias, me alegra tu visita 😀

    Me gusta

  2. Bonita entrada…la generosidad emocional..es muy importanate. un beso.

    Le gusta a 1 persona

  3. Gracias Dami, más besos para ti 😘😀🌺

    Le gusta a 1 persona

  4. Me ha encantado. Besines guapi

    Le gusta a 1 persona

  5. Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
    Me ha encantado.

    Me gusta

  6. Gracias a ti por existir. Un beso

    Le gusta a 1 persona

  7. ¡Y yo! Voy por la leche y nos comemos unos panquecito son?

    Le gusta a 1 persona

  8. Yo siempre te espero aquí hermosa 😉

    Le gusta a 1 persona

  9. Eso es ser una buena madre. Tu hijo tiene una gran suerte. Al tiempo. Besos amiga!

    Le gusta a 2 personas

  10. Más buena que el pan. En todos los sentidos. 🙂

    Le gusta a 2 personas

  11. ¿Tam buena como el pan? 😀😝

    Le gusta a 2 personas

  12. Ese pequeño me alecciona cada día, es en el seno del hogar donde se construye o destruye el corazón. Otro beso Felix, gracias por venir.

    Le gusta a 1 persona

  13. Espectacular Vero. Tocas un tema por el que muy pocos somos capaces de parar, reflexionar tal como lo haces… Eres sin duda una gran madre y mujer. Un beso

    Le gusta a 2 personas

  14. Eres buena, Flor. Siempre. Besitos

    Le gusta a 1 persona

  15. Y creo que un trabajo de todos los días, mil gracias ribilla por pasar por aquí, besos 😀😘

    Le gusta a 1 persona

  16. Mil gracias panquecito, esta semana toca tu blog, a ver qué nos tienes por allá 😉🌺

    Le gusta a 2 personas

  17. La expresión de emociones es una asignatura pendiente. Bonita entrada

    Le gusta a 1 persona

  18. Excelente Florecita, me encantó. Le diste justo al clavo, ojalá llegue a las personas que lo necesitan y hagan conciencia sobre esto.Te doy mi like 😉

    Le gusta a 2 personas

Tus comentarios son bienvenidos