Pasteles

 

Anoche soñé con ellos…eran trozos de pasteles redondos, de distintos rellenos, los veía de cerca, no recuerdo haberlos degustado y no veía el momento de hacerlos mios…

Tengo una extraña obsesión por los pasteles, me recuerdan una niñez con fiestas infantiles donde el pastel era alto, majestuoso, simbolizaba mucha alegría y mucha expectación. Ahora de adulta, me emocionan las invitaciones a  reuniones donde sé que habrá pastel, espero con ansia ese momento de tomar mi rebanada y llevarme un bocado a la boca, mi sentido del gusto se estimula sobremanera, y mi momento al comerlo es único y especial.

Veo continuamente programas donde los preparan y los decoran, donde son parte de algún evento muy importante, me veo involucrada en ello, me veo al frente de ellos admirándolos como lo que son: una gran obra de arte.  Estoy  tentada en buscar un empleo en una pastelería, imagino las caras de las personas al probarlos…no sé, es algo que quisiera poder vivir.

He visto decoraciones bellísimas, llenas de imaginación, mas para mi, el secreto está en el contenido, si logras que los invitados recuerden tu celebración será por el pastel que les ofreciste, si se llevan un memorable recuerdo será en gran parte por esa torta que no sólo vieron sino que comieron complacidos, será un recuerdo difícil de olvidar…créanlo, aunque claro, igual si fué todo lo contrario.

Ahora entiendo que las personas no somos muy distintas de los pasteles, la huella que dejemos a nuestro paso será por el contenido, la imagen es clave pero el contenido es inmortal.  ¿Se dan cuenta?  mi idea de ser parte de la industria de la pastelería no es tan descabellada…